Está bien. Estamos en el siglo XXI. Las notebooks afloran en los cafés, los celulares sacan fotos, algo del tamaño de una estampilla puede contener horas de música.
Pero estando en medio de las pascuas, con la librería llena de gente que no tiene nada mejor que hacer, bombardeado por pedidos de libros, no puedo dejar de sonreír cuando me dicen:
-Disculpá, tenés señaladores lumínicos?
"En el principio creó Dios los cielos y la tierra. Y Dios vio que estaba bien. El verde de los árboles, la altura de las montañas, el croar de las ranas. Todo era armonía. Y entonces Dios creó el primer mostrador... y una hueste de clientes surgió de las tinieblas. Y Dios calló y el mundo ya nunca fue el mismo".
viernes, 6 de abril de 2007
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4 comentarios:
...creo que en Dromo los tenian...
Me hiciste acordar cuando trabajaba en una agencia de quiniela (lugar vulgar si los hay) y una vieja se fue ofendida y puteándome, porque quería comprar un salame y yo no tenía...
Que rara es la gente.
Palmerita mía... ahí mismo le ofrecía un espejo a la clienta, le cobraba, y la señora se iba contenta.
Imagine el diálogo posterior en la casa:
-Viejo, mirá que flor de salame que compré- Acto seguido le muestra su reflejo en el espejo...
Juro que hoy estaba en el tren y me ofrecieron señaladores luminosos. Es un extraño adminículo que se engancha al libro y te ilumina para que leas a escondidas.
Capitán, muy lindo su blog, soy fiel lectora!
Julia =)
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