"En el principio creó Dios los cielos y la tierra. Y Dios vio que estaba bien. El verde de los árboles, la altura de las montañas, el croar de las ranas. Todo era armonía. Y entonces Dios creó el primer mostrador... y una hueste de clientes surgió de las tinieblas. Y Dios calló y el mundo ya nunca fue el mismo".
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15 comentarios:
Trabajé en una librería durante marzo de 2007. Buscaban 3 empleados para que la librería no se viniera abajo en temporada de textos. Uno de esos empleados fui yo y uno de esos maravillosos días se produjo el siguiente díalogo (primero yo, después la señora):
- Hola.
- Hola, ¿tenés El Hipo Rey?
- ¿Edipo Rey?
- No, no, El Hipo Rey.
- ¿El de Sófocles?
- ¡Sí, ese!
- ...
esta vez no un cliente, sino una reciente contratada en conocida cadena de librerías, que me pregunta:
-me ayudás que no encuentro en la computadora lo que me pide el cliente?
(había escrito en autor: "Fontana, Rosa"... y juro que es verdad!)
Jejeje. Bueno, el otro día entro a una librería en Florida. Estaba buscando un libro escolar.
Yo: Hola, busco un libro de historia para primer año.
Vendedora: ¿Qué editorial?
Yo: Doce ballenas.
Vendedora: ...
Yo: Uno que tiene a la esfinge en la tapa...
Vendedora: ¿No será "Doce orcas?"
Yo: Jejej, sí, eso.
Vendedora: (riéndose, pero más con satisfacción de Sr. Burns que con alegría) ¡Esto va sha al blog!
Yo abro los ojos y la boca muuuuy grande, pero no sé qué decir. Ella toma un papelito, anota, deja de prestarme atención por completo. Al rato:
Yo: Bueno, ¿lo tienen?
Vendedora: No, tenés que encargarlo.
Capitán, ¿tiene usted una red de colaboradores? ¿O era una corresponsal de la competencia?
Saludos.
Yo: Buenas tardes... la puedo ayudar en algo?
Cliente: Estoy buscando un libro de tapas rojas... no me acuerdo el autor, ni el título.
Yo: ¿Se acuerda de qué trataba?
Cliente: No, pero si lo veo, seguro que me acuerdo.
Yo:¿Era una novela, un libro de historia, un ensayo?
Cliente: No me acuerdo nada, nada.
La dejo mirando las novedades.
Yo: ¿No será este? (Señalándole, con malicia, Me llamo Rojo, de pamuk)
Cliente: Sí, ese, ese.
Sr. Jefe De La Heladería: ¡Ahhhh, miraaaá!¡Un libro!¿Te gusta leer? Qué bueno ¿Qué estás leyendo?
Yo, La Telefonista: Do...
Sr.JDLH: (interrumpe) Ah, sí sí. De este tipo yo leí El Juego...
Y, LT: Sí, El Jugador...
Sr.JDLH: ... claro, El Juego. Cuando yo tenía tu edad leía un montón, pero ya perdí la costumbre. En el secundario tuve una profesora de literatura que me quería un montón porque blablablablabla. Y me gustaba leer a Bradbury, ¿lo conocés?¿Te gusta?
Y, LT: Sí, hace poco...
Sr.JDLH: (vuelve a interrumpir) Bueno, Bradbury me encanta. Tiene un libro... no sé si lo conocés... Farenheit sarasa (léase: número de tres cifras al azar), es un librazo. Y se llama así porque esa es la temperatura a la que... no me acuerdo bien... creo que es la temperatura a la que hierve el agua (?), algo así.
perdon que sea aguafiestras, pero la anéctota de "el hipo rey", es de Yannover.....
Desconozco quién es Yannover. De todos modos puede ser que nos haya pasado lo mismo dado que Edipo Rey suele leerse en los colegios y los argentinos somos burros desde hace bocha.
Saludo!
PD: en serio, alguien que me diga quién es Yannover, ahora quiero saber.
Anécdota de mediados de los ochenta en Feria de Plaza Italia. Yo vendedora, ella cliente:
Cliente: ¿Tenés el Martín Fierro de GOLÚ?
Yo (queriéndome pasar de viva o pensando que una madre y ama de casa que compra libros para sus hijuelos en edad escolar puede entender una ironía): No, sólo me queda el de José Hernández.
Cliente: Ah.. no: está bien, gracias.
(La cliente se pierde en Avda. Santa Fé, en esa época, aún sin humo)
TELÓN
Bueno, uno desde el otro lado.
Ilusa clienta (yo), creyendo que en una gran cadena de librerías va a encontrar su libro de texto de francés...
IC: Hola, estoy buscando Forum 1, de editorial Hachette.
Empleada: ¿Forúnculo? (sic)
IC: No, no, 'Forum 1' (repito, marcando las sílabas con énfasis).
Empleada (a otra, a los gritos): Fulanita, esta chica está buscando un libro de forúnculos...
Gracias por el blog, Capitán, lo he agregado a mis recomendados.
Oigan muchachos, en el blog hay una continua burla a los clientes, me parece fantástico. Trabajé en Fausto por nueve años y seguro que el cliente nunca tiene la razón. Pero un librero no puede preguntar quién es Yánover,por decencia.
solo copio y pego:
"Héctor Yannover, el librero inmortal
Buenos Aires, 16 de noviembre (Télam). El humor y la sabiduría despojada de toda solemnidad que caracterizó a Héctor Yánnover, fallecido el pasado 8 de octubre, se filtran con toda naturalidad en "El regreso del librero establecido", volumen recién lanzado que reúne una serie de aguafuertes, anécdotas y viñetas que retratan la personalidad del librero y poeta."
ese yannover?
Capitán Burton: confieso que he pecado, y vengo aquí por su absolución. He cometido mi acción fetiche del día, y un librero fue víctima de ella.
Fui a la librería a comprar Yerma y le aclaré que no iba a llevar nada más, pero que quería saber si tenían algún libro de Max Aub. Después de deletrearle 3 veces el apellido (menos mal que no era uno de Dostoievski), me dice que sí, pero que sólo le queda "Crímenes ejemplares". Y me larga el precio: $81. Yo ya lo sabía (no el precio exacto, pero sí que era caro porque sólo se encuentran ediciones importadas), como también sabía que no lo iba a llevar. Y aun así, le pedí que me lo mostrara, de ser posible. El pobre librero tuvo que buscar en el estante más alto y más incómodo para encontrar el susodicho ejemplar, y me lo bajó: la edición más linda que vi de un libro. Era pequeño, apenas un poco más grande que el tamaño de mi mano. En grosor, no debía superar el centímetro. Y lo mejor: las hojas negras y fuertes (parecían cartulina) y las letras plateadas. Lo abrí al azar, creo que decía: "Lo maté porque no pensaba como yo".
Me cago tanto de risa con este blog...
Piedad para los que fueron libreros sólo un mes y por temporada escolar!!
En fin, ahora que ya sé quién es el dichoso Yannover expié mis culpas y puedo sucumbir en paz.
Se agredece.
anecdota extraliteraria: yo era cajero en un banco, viene un gordo nabo a hacer una extracción de su cuenta (no recuerdo cuanta plata era, pero era poca), le cuento los billetes y se los doy, era un importe con monedas, el gordo lo recuenta medio a las apuradas y me dice ¨"me falta un peso" yo puedo jurar y prejurar que se lo habia dado... el gordo empiesa medio a los gritos, que queria el libro de quejas y que se yo cuantas pestes mas, ante tamaña reaccion le doy el peso para que no siga jodiendo aunque estaba-estoy seguro que se lo dí.
conclusion el tipo se va, mofando pero se va.
el cliente que pasa justo atrás de el me avisa, "che fijate que se olvidaron este sobre" y me alcanza un sobre blanco. cuando lo termino de atender y se va miro dentro del sobre... saben que había??
no plata no... eran el dni y el pasaporte nuevos, recien tramitados ...del gordo!!
pasa una hora aporx. y aparece de vuelta el gordo puto super desesperado.. pero con el copete bajo, ya no tan enojado conmigo, me dice , me implora: " no viste si quedó un sobresito aca en el mostrador¨"
yo, con mi mejor cara de boludo: " no señor para nada"
al gordo casi le da un colapso, pero igualmente se va a buscarlo a otro lado. y yo me voy corriendo al baño y hago mierda "literalmente mierda" el dni y el pasaporte, los trituro bien y los tiro en el hinodoro y aprieto con el mayor de los placeres el boton!!
creo que con esa sublime acción me vengué no solo mi calentura y el peso perdido sino a millones de vendedores- atendedores de publico que hemos sido maltratados en noembre de la putisima frase "el cliente siempre tiene la razon"
saludos!
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