"En el principio creó Dios los cielos y la tierra. Y Dios vio que estaba bien. El verde de los árboles, la altura de las montañas, el croar de las ranas. Todo era armonía. Y entonces Dios creó el primer mostrador... y una hueste de clientes surgió de las tinieblas. Y Dios calló y el mundo ya nunca fue el mismo".

miércoles, 9 de abril de 2008

El instinto del lenguaje

Quizás desde que se levanta es así. Un continuo andar disléxico por la vida.

A la mañana:
-Uh, llegor me atrabajo que mejo tarde al apuro.
En la calle:
-¡Taxi! Lo más céntrico que pueda al rápido.
Almorzando:
-Mozo, una laminesa con trifas.
En la librería:
-¿Tenés Minosh y Renié?

14 comentarios:

Anónimo dijo...

buenísimo el blog.
Jamás tiene la razón el cliente.

JM Bouthemy dijo...

Bueh, yo tengo un amigo que nunca puede evitar decir "Porcedo y Olmel". Genial.

Anónimo dijo...

"arritos con paloz", decía una amiga

Daniel Rico dijo...

Muy bueno, yo soy cliente y siempre tengo dinero, o sea que la razon me asiste, alquilada, cada vez que visito la libreria.

Me gusto mucho y volvere.

Polanesa dijo...

Mi pregunta es la siguiente: ¿qué porcentaje de tu vida te dedicás a ser cliente?
Porque yo entiendo tu punto. Tal vez las circunstancias sean distintas (y no tan intelectualezcas ¿?), pero dedico 10 horas de mi vida a vender repuestos para autos, y día a día me burlo, me desespero y me vuelvo muy violenta con estos engendros del demonio que vienen a parar, nadie sabe cómo ni con qué objetivo (En serio! Llegan a irse y no comprendo a qué vinieron!!).
Pero el resto de mi vida yo también soy una maldita clienta (porque ahora se está poniendo de moda acentuar el género femenino por sobre el masculino de ser necesario, gracias Kris!), y aunque intente controlarme, conozco todos los trucos, y puedo llegar a convertirme en mi peor enemiga en cuestión de segundos.
El tema es que todos nosotros, tus fieles lectores, entramos día a día a conocer nuevas e increíbles anécdotas y convencernos de que definitivamente el cliente NUNCA tiene la razón, y cagarnos de risa de todos ellos un rato (y de vos también, sabelo). Pero debemos aceptar que en este mundo basado en el consumismo, todos, absolutamente todos, somos clientes de este tipo. Tal vez no en una librería, pero sí en un kiosco, un supermercado, cuando llamamos al famoso "atención al cliente" (y no se sabe quién tiene menos razón, si el que está de este o del otro lado de la línea), en las inscripciones a cursos culturales y hasta en la máquina de monedas del colectivo.
De todas formas mantengo la postura de que hay muchas personas con doble personalidad (cliente-vendedor), pero los peores de todos son los clientes puros. Qué lo parió.

Anónimo dijo...

Perdón Sr "CULTO", espero que aprender a pronunciar nombres de libros le de una vida satisfactoria. Lo felicito por su capacidad de hablar otras lenguas, pero aún hay gente que sólo habla castellano.
Hay gente que nunca leyó nada en su vida, pero alguien le dijo que tal o cual libro estaba muy bueno, y cuando pasó por la librería que usted atiende, se le ocurrió pedirlo. Claro que no recordaba el título del mismo. Supongo que eso lo convierte en un... ¿idiota? Si si, claro.

Anónimo dijo...

no es para tanto

Fede dijo...

Bueno, soy un lector muy reciente de este blog asi que primero me siento "obligado" a hacer una critica general y tambien aclarando que soy mas vendedor (aunque no es exactamente esa es la funcion especifica, la palabra "atencion telefonica" seria mas exacta) que cliente, es muy interesante, me atrae leer y asi a veces sentirme identificado diría con relatos de este blog...
No creo en la divisón cliente/vendedor a tal punto de decidir si es blanco o negro (Racing o Indep'te, Boca o River, Soda Stereo o Los Redondos) es decir, como ya dijeron "todos somos clientes también" por lo cual basta ponernos del otro lado para entender ciertos vicios, actitudes... pero todo puesto en un contexto (lugar), con su lenguaje (titulos de libro, autor) y los personajes: vendedor y cliente; se hace relativo... creo que no soy quien para actuar de juez y llamar ignorante a un cliente por no conocer tal o cual autor o libro; como así tambien, es odioso aquel cliente que, desubicado, consulta sobre algo totalmente ajeno al ambiente; por generalizar y no hablar, no sé.. de alguien que busca medialunas de manteca en una librería (?)

ShopGirl dijo...

ajjaajja

y si pasan esas cosas

beso grande

ojos de suri dijo...

Ja! ja!!!!! muy gracioso! qué ternurita!!!



Igual, Capitán, yo no le hubiera entendido qué me estaba pidiendo...qué rapidez la de usted!

Anónimo dijo...

Dentrífico! o dentífrico!!!!!

Anónimo dijo...

muy gracioso.(che cuanta gente con falta de humor que anda por aca)

me alera la vida Capitán.

Y qué? dijo...

A los idiotas que dejaron comentarios en defensa de los clientes sólo me queda por decirles que ya lo sabemos, no lo oculte más, es usted sólo un cliente más......
La dislexia!!! Qué interesante! Hay tanta gente que parece ser disléxica que llega a ser irritante. Además.... si a uno le recomiendan un libro obviamente va a pedir a quien lo recomendó los datos exactos tales como: Nombre, género literario, autor, editorial, año de publicación, etc, etc
Yo soy clienta y nada más(al menos por ahora), pero así y todo... me resulta un poco molesto comprar, me molesta ser clienta, por lo cual siempre me esfuerzo por pagar con cambio, por regalarle una sonrisa a quien me atiende, por dejar propina en los restaurantes, por ayudar al de la librería ofreciéndole la mayor cantidad de datos posibles del libro que quiero. Vamos!! No es tan difícil..... A no quejarse!! Sean buenos clientes que no cuesta un carajo!!


Me gusta el blog.....

Te dejo besos!

Maguitxu dijo...

El caliente nunca roza la tezón.