Doce billetes de $10 están marcados.
En el frente, en tinta roja, llevan escritos el nombre Burton y un símbolo.
Recorrerán incesantemente la ciudad.
El Azar, con sus insondables maquinarias, puede depositar uno de esos billetes en tus manos.
Sucederá dentro de cinco años. O la mañana siguiente en que leas esto. O ya ha sucedido y has dejado escapar el billete sin saberlo.
Cada vuelto dado, cada transacción hecha, es un sorteo de la lotería.
Por más improbable que sea, no hay momento en que no puedas ser agraciado por las leyes del caos.
El premio, para aquél que obtenga uno, será un libro.
"En el principio creó Dios los cielos y la tierra. Y Dios vio que estaba bien. El verde de los árboles, la altura de las montañas, el croar de las ranas. Todo era armonía. Y entonces Dios creó el primer mostrador... y una hueste de clientes surgió de las tinieblas. Y Dios calló y el mundo ya nunca fue el mismo".
domingo, 13 de abril de 2008
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
13 comentarios:
Nos acordamos, Captain, pero todavía no tuvimos la suerte!!! (no sabe cómo reviso los billetes de 10 que pasan por mis manos... pero bueno, me sirve de paso para ver que no sean truchos :P)
Saludos!
Me encantó la idea. Empieza la búsqueda...
Excelente!!
No dejaré de revisar ni un billete
Saludos
Sos un genio. Quisiera ver tu cara el dia que entre alguien a la libreria con uno de esos billetes a reclamar su libro
Si borges hubiera nacido en el ochenta&cinco.. Tendría un blog?
Todavía no se rescató ningún billete?
y el pryecto de los 100 billetes?
Si Borges hubiera nacido en el 85, no tendríamos ninguna de sus obras!
Vence en algun momento? Si recibo alguno de esos billetes dentro de... 2 años, podré recibir el libro?
Gerund: revise, revise, que ya le va a tocar. El recordatorio era también para decir que yo no me olvidé.
La Vidu: le deseo suerte.
Obsidiana: le deseo a usted también toda la suerte.
Sebastián: nadie verá mi cara nunca. El que lo encuentre deberá contactarse por mail y le haré llegar el libro de alguna forma creativa y anónima.
Charles_Blake: nunca lo sabremos.
Rueda: todavía no. Al final la mayoría eligió la modalidad de los doce billetes. Los cien billetes implicaban restringirlo a un único premio para el primero que lo encontrara.
Walter H: es verdad.
Didi: mientras el Capitán Burton siga con vida está garantizado el premio.
Hola! vengo desde elige tu propia desgracia...
Que idea copada!!! Voy a andar mirando los billetes! jeje
Me divertí mucho leyendo tu blog, creo que voy a pasar seguido...
Te dejo un beso
Para que el sistema sea coherente con la Lotería, debería existir junto a la ilusión de un premio (el libro) el riesgo de un castigo (pagar el libro o, en algunos casos, simplemente leerlo).
qué problema tenés con las docenas, Richard???? 12 libros, 12 billetes....el 12 en la cabeza...mejor dicho... el 12 a la cabeza, porque si encuentro uno, ni en pedo te lo cambio por un libro! me los juego a la quiniela!
...Por más improbable que sea, no hay momento en que no puedas ser agraciado por las leyes del caos.
El premio, para aquél que obtenga uno, será un libro.
El libro relata...,...,... el aleph
Publicar un comentario