El otro día tuve un sueño de lo más extraño.
Estaba sentado tomando el té, en una casa hermosa, con un mantel bordado a mano, y en la cabecera estaba sentada Danielle Steel.
Yo, por esas cosas que tienen los sueños, no era yo, sino una de sus amigas íntimas.
Todas sosteníamos nuestras tazas de porcelana en la mano cuando Danielle habló:
-Chicas... tengo que contarles algo!
-No me digas que... -Dijo la amiga sentada a su izquierda.
-Sí! -Danielle pegó un saltito. Juraría que aplaudió, pero estoy seguro que tenía la taza en la mano - Tengo un título nuevo!
-Bravo! Bravo! -Decíamos todas mientras reíamos.
-Me vino así... de golpe....
-Un título... -repetía la pelirroja sentada al lado mío -Ay, Danielle... no sé cómo se te ocurren tantos títulos. Y el argumento... ya lo pensaste?
Se hizo una pausa larga. Todas estábamos en silencio, mirando a Dany que callaba, con el semblante serio, parecía enojada por la pregunta. Se sentía la tensión en el aire.
Pero yo estaba equivocada. La tensión era porque estaban conteniendo la risa.
De pronto todas estallaron en unas sonoras carcajadas. Vi por lo menos a dos que tuvieron que acomodarse las dentaduras.
-El argumento!.. si pensé el argumento?! Qué gracioso...
Y entonces comprendí. Nos reuníamos todos los meses. Danielle sólo pensaba en los títulos. El título y los nombres de los personajes. Era todo el proceso creativo. El argumento era siempre el mismo. Danielle lo guardaba en su mesita de luz, era un manuscrito con espacios en blanco para poner los nombres de los personajes.
Desperté justo antes que sirvieran los muffins. Una lástima.
Estaba sentado tomando el té, en una casa hermosa, con un mantel bordado a mano, y en la cabecera estaba sentada Danielle Steel.
Yo, por esas cosas que tienen los sueños, no era yo, sino una de sus amigas íntimas.
Todas sosteníamos nuestras tazas de porcelana en la mano cuando Danielle habló:
-Chicas... tengo que contarles algo!
-No me digas que... -Dijo la amiga sentada a su izquierda.
-Sí! -Danielle pegó un saltito. Juraría que aplaudió, pero estoy seguro que tenía la taza en la mano - Tengo un título nuevo!
-Bravo! Bravo! -Decíamos todas mientras reíamos.
-Me vino así... de golpe....
-Un título... -repetía la pelirroja sentada al lado mío -Ay, Danielle... no sé cómo se te ocurren tantos títulos. Y el argumento... ya lo pensaste?
Se hizo una pausa larga. Todas estábamos en silencio, mirando a Dany que callaba, con el semblante serio, parecía enojada por la pregunta. Se sentía la tensión en el aire.
Pero yo estaba equivocada. La tensión era porque estaban conteniendo la risa.
De pronto todas estallaron en unas sonoras carcajadas. Vi por lo menos a dos que tuvieron que acomodarse las dentaduras.
-El argumento!.. si pensé el argumento?! Qué gracioso...
Y entonces comprendí. Nos reuníamos todos los meses. Danielle sólo pensaba en los títulos. El título y los nombres de los personajes. Era todo el proceso creativo. El argumento era siempre el mismo. Danielle lo guardaba en su mesita de luz, era un manuscrito con espacios en blanco para poner los nombres de los personajes.
Desperté justo antes que sirvieran los muffins. Una lástima.
5 comentarios:
Buenísimoooooooo
felicitaciones capi por la brillantez de su pluma
Este blog genera adiccíón.
Me meto mil veces por día para ver si hay actualizaciones
Son fans del Capitán!!!!!!!
y lo peor es que se vende mucho...
este blog es genial, me lo lei todo de un saque, ge-nial!
es cierto que genera adicción nunca creí poder recordar una dirección web
me parendí la tuya!!!!!!
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