El oficio de escribir

El otro día me levanté con ganas de escribir una novela. Me senté a mi máquina de escribir, puse una hoja en blanco y comencé a esbozar el argumento.
Algo nuevo, algo con gancho, con un poco de romanticismo y por qué no, algo futurista (por si es llevada al cine, los efectos especiales siempre garantizan un éxito de taquilla).
Tenía que suceder en el año 2310.
En un mundo casi perfecto, tan perfecto que la gente se aburre.
Mi protagonista sería una mujer.
Pero está lleno de novelas con protagonistas femeninas. Ya sé. Sería una telépata emocional. Una empleada de una empresa que satisface los deseos de las personas sin utilizar el sexo.
Sí.
Pero ella quebraría esa regla y como castigo la mandarían a trabajar lejos.
Está bien, no seré Dostoiewski pero creo que voy por el buen camino. Ahora tendría que darle un giro, algo que el lector no se lo vea venir.
Sería demasiado inventar que la mandan en un viaje en el tiempo al año 1785 a trabajar a un castillo? Y si además su nuevo cliente fuera un vampiro?
Sí... creo que funcionaría.
Trono mis dedos.
Estoy a punto de taladrar mi Lettera 32 cuando recuerdo que ese argumento me suena. Sí. Ahora me acuerdo.
Es de un libro que llegó hace unos días a la librería. Se llama "Éxtasis" y créase o no... la autora, Nina Bangs, escribió una novela con ese argumento.