"En el principio creó Dios los cielos y la tierra. Y Dios vio que estaba bien. El verde de los árboles, la altura de las montañas, el croar de las ranas. Todo era armonía. Y entonces Dios creó el primer mostrador... y una hueste de clientes surgió de las tinieblas. Y Dios calló y el mundo ya nunca fue el mismo".
domingo, 4 de febrero de 2007
Libre Albedrio
Entra un cliente, recorre la librería, toma un libro, lo mira, le gusta y decide comprarlo. Es dueño de su vida, él mismo dictamina su destino. Apoya el libro en el mostrador, saca su tarjeta. Respira profundo, complacido, es amo y señor de sus decisiones. Entonces suena el canto de la sirena, aquella melodía que pocos clientes pueden resistir: "Puede hacerlo en 3 pagos sin interés". Y sucumben, ordas interminables de clientes caen en la tentación. Repiten las palabras como si ya la voz no fuera la suya "Bueno, en 3 pagos". Dos segundos atrás eran hombres, verdaderos hombres que sabían lo que querían. Es un espectáculo triste. Se les encorva la espalda, bajan la mirada, aceptan todo lo que se les ofrece. Por eso no dejan de caerme simpáticos aquellos que responden, con el pecho hacia adelante, "no, hacémelo en 2". Cómo Ulises, logran encadenarse y desafiar a las sirenas. Dios, en los días del juicio los recompensará.
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2 comentarios:
Buenísimom, excelente, muy de acuerdo. Es que el consumismo ha consumido al verdadero hombre. Los machos de verdad pagan en efectivo o -en su defecto- con visa electrón.
Qué me deparará el destino, que no tengo tarjeta de crédito y pago siempre en efectivo.
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