Dedicatoria

Si el primer cliente de la mañana se dejara olvidado un revolver cargado sobre el mostrador, dudo que llegue a las últimas horas de la noche sin olor a pólvora en mis manos.

Le cobro el libro. Me llama la atención que lo dedica en la última página. Pero bueno, hay gente rara me digo y sigo con lo mío.
Al día siguiente la señora vuelve. Por esas cosas de la vida, o sencillamente porque paso demasiado tiempo en la librería, en ese momento también estoy yo en el mostrador de la caja.
La señora dice que quiere devolver el libro.
Le digo que no, que está dedicado, pero para mi sorpresa no encuentro la dedicatoria.. la hoja fue recortada.
Respiro profundo.
Por más que le explico que yo la atendí el día anterior, que la vi dedicarlo en la última página, que cómo iba a saber yo entonces que tenía que mirar la última hoja, que la hoja estaba mal recortada y parecía arrancada, por más que le muestre otros ejemplares iguales en donde sí está la hoja en blanco, por más que le diga todo eso... ella niega todo.
Miente sin problemas. Miente mientras se queja. Miente mientras me grita.
En algún momento la señora se da cuenta que no voy a hacerle el cambio.
Se da la vuelta y camina hacia la salida. A mitad del salón gira para dedicarme unas últimas palabras:
"Así está el país.. por gente como vos!"

Vuelvo a respirar profundo. Miro el mostrador. No, nadie se olvidó ningún arma.